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martes, 15 de mayo de 2018

La recuperación del Fuero "gemelo" de Avilés

El pasado viernes 11 de mayo nos visitó Román Álvarez González, historiador, profesor  de Geografía e Historia jubilado y ex concejal de Cultura de Avilés, para impartir una ponencia a los alumnos de 1º de Bachillerato sobre un episodio de la historia local poco conocido y valorado: la recuperación de la segunda copia del Fuero de Avilés en el año 2009.
Los muchachos de Descubriendo Avilés pudieron disfrutar de una jornada muy interesante en compañía de uno de los protagonistas principales de este acontecimiento tan relevante. 
La adquisición de esta segunda copia, en su momento en manos privadas, sirvió, entre otras cosas, para reconstruir algunas lagunas de la anterior copia en poder del Consistorio, así como para desmontar algunas teorías que ponían en tela de juicio la veracidad del Fuero local. 
Desde el departamento queremos agradecer a Román su colaboración, esperando poder contar con su presencia en un futuro muy próximo, ya que es uno de los principales promotores de las actividades que se realizarán para conmemorar el 500 aniversario de nuestro marino más ilustre D. Pedro Menéndez, Adelantado de la Florida, temática que se convertirá en el eje vertebrador de.las actividades extraescolares para el próximo curso.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Una revolución a la vuelta de la esquina

Ver noticia en LA NUEVA ESPAÑA (07/10/2015)

La Revolución de Octubre de 1934 no es un patrimonio histórico exclusivo de la Cuenca Minera ni de Oviedo. También lo es de Avilés. Los trabajadores de la extinta fábrica de ácidos, los pescadores y empleados de la Junta de Obras del puerto, entre otros, se organizaron por entonces para defender unas mejores condiciones sociales para doblegar al Gobierno de la CEDA (Confederación de Derechas Autónomas). La madrugada del 4 al 5 se produjeron los primeros altercados en Avilés. "La Alianza obrera local -unión de la UGT, CNT, y posteriormente, el PCE- se lanza a la conquista de la ciudad. Cientos de obreros armados con pistolas y latas de pimientos llenas de dinamita pelearán durante una semana contra los representantes de la República en la ciudad, concejales del centro derecha, fuerzas del orden y civiles se atrincheran en el ayuntamiento esperando refuerzos", relata en un escrito la asociación "La Trókola" para anunciar una ruta a pie por los escenarios de aquella revolución de hace 81 años. La actividad, denominada ruta de los "pimientos rojos", comenzará el próximo domingo 11 a las seis y media de la tarde en la Casa del Pueblo, antigua sede del PSOE, ubicada en la calle La Ferrería. Hace unos días, se desarrolló una iniciativa similar en Oviedo.
La Casa del Pueblo fue testigo de las primeras reuniones para organizar los comités de lucha. Desde ese punto, la ruta continuará hasta el antiguo café Colón -calle La Muralla-, donde la madrugada del 4 al 5 se comenzaron a repartir las primeras armas a los militantes más destacados de las organizaciones obreras avilesinas. "Fueron entregadas unas sesenta pistolas 'Cesar', de pequeño tamaño, de corto alcance y totalmente ineficaces contra los 'Mauser' y fusiles de carabineros y guardias civiles; pero no había otra cosa", explican los investigadores Carlos García Rubio y Pablo Martínez Corral. Tras rodear el parque del Muelle, la ruta continuará hasta el Gran Hotel, edificio ubicado en el entronque de la calle Emile Robín con Carreño Miranda. El inmueble fue ocupado en la mañana del sábado 6 por grupos de obreros. Los revolucionarios consideraban estratégica esta acción ya que así podrían controlar todos los movimientos en el entorno de la ría y en la avenida de Los Telares. Comienzan a conseguir los primeros fusiles.
La ruta de los "pimientos rojos" continuará hasta la estación de tren, la ría y las naves de Balsera. Las barricadas están a la orden del día y los obreros vuelan el barco "Agadir" para bloquear el puerto. Después de que los revolucionarios se hicieran fuertes en el entorno del paso Larrañaga, llegaron los tiroteos en Sabugo, que se corresponde con otra de las paradas de la ruta. La casa de Pedregal fue testigo de una toma de rehenes. Desde esta céntica finca de Sabugo, "La Trókola" dirigirá a los asistentes a la iglesia nueva, levantada a primeros del siglo XX. Los revolucionarios intentaron, sin suerte, incendiar el templo. La comitiva conocerá también la historia de la quema del diario El Progreso de Asturias y de varias viviendas en la plaza de abastos. Otro escenario que se recreará el domingo será la calle Cabruñana, uno de los lugares de reunión de los exaltados durante los seis días que duró este período revolucionario en Avilés, así como el Ayuntamiento, lugar en el que se atrincheraban las fuerzas leales a la República. "Los sucesos dejaron huella en la ciudad. Varias casas quedaron destrozadas por el fuego y las bombas artesanales, hubo numerosos muertos, rehenes, represión policial,...", describe Martínez Corral, que se autodefine como un "obrero de la historia".
Meses después de la revolución, el liberal José Manuel Pedregal afirmó sobre la revolución de octubre: "Esto es consecuencia de una República hecha a base de remiendos políticos. Hay que hacer la República o España acaba en una subasta pública de baratijas sangrientas." Dos años más tarde, el 18 de julio de 1936, Franco dio un golpe de Estado.

 

martes, 4 de noviembre de 2014

Minería y ferrocarril en Asturias

 A mediados del siglo XVIII tiene lugar en Inglaterra la I Revolución Industrial, fenómeno que se extenderá por toda Europa a partir del siglo XIX, aunque no de igual forma en todos los países. Supuso un giro en los modos de producción, hasta entonces basados en la mano de obra humana y unos rudimentarios instrumentales de funcionamiento mecánico de tracción animal. A partir de este momento, las protagonistas en el proceso productivo serán las máquinas, unos artefactos que utilizaban como fuente energía el vapor de agua y como combustible el carbón. Estas máquinas permitirán disminuir el tiempo en la realización de los trabajos y un aumento considerable de la producción, pero también provocarán la reducción de mano de obra y por tanto de personal humano. James Watt, en 1769, patentó una máquina de vapor que hizo posible revolucionar los métodos de producción industrial, pero antes que Watt hubo otros intentos como la máquina de vapor atmosférica de Thomas Newcomen y algunos ingenios aplicados a la industria textil que utilizaban la fuerza de molinos de agua como fuente de energía. Los primeros sectores industriales en mecanizarse fueron el textil y el siderúrgico.
   Con la Revolución industrial se produjeron muchos cambios en todos los ámbitos, pero uno trascendental fue la aplicación de la máquina de vapor a los medios de transporte, ya que gracias a ello se agilizan las comunicaciones, se acortan y se hacen más seguros los trayectos y se potencia el comercio. En 1929 Stephenson aplicó la máquina de vapor al ferrocarril, un sistema de transporte que utiliza unos raíles de hierro para desplazarse y que ya era utilizado en las minas con tracción animal para transportar el mineral y sacarlo al exterior de los yacimientos. Esa primera locomotora de Stephenson permitió aplicar este medio de locomoción al trasporte de mercancías y personas. La primera línea de ferrocarril fue la Liverpool-Manchester inaugurada en 1830.
   Asturias, en el siglo XIX, era una región que basaba su economía, al igual que la mayor parte de España, en el sector primario, muy limitada económicamente por una orografía complicada, unas comunicaciones muy deficientes y por falta de inversiones. El descubrimiento de yacimientos de carbón, combustible necesario para el desarrollo industrial, y la promulgación de Ley de Minas (1825) hará posible la inversión de capital extranjero en la región para su explotación.
   La explotación minera en la zona central de Asturias exigió inversión en infraestructuras que facilitasen el transporte del mineral a los puertos marítimos de Gijón y Avilés, para su exportación, y hacia la meseta para consumo nacional, a través del puerto de Pajares. El ferrocarril llega de la mano de la explotación de yacimientos mineros y la primera línea de ferrocarril de Asturias y cuarta de España es la Gijón-Langreo de 1852, que transportaba el carbón de los yacimientos de la cuenca del Nalón hasta el puerto de Gijón. Así pues, las empresas mineras fueron las primeras en utilizar el ferrocarril, primero para facilitar la extracción del mineral en la propia mina y después para trasportarlo hacia los puertos y fábricas. La mayor parte de las líneas de ferrocarril surgen por iniciativas privadas y aunque en algunos casos eran de servicio público, el uso al que estaban destinadas era el trasporte de carbón y los productos transformados por la incipiente industria asturiana. A partir de las redes ferroviarias mineras se va creando todo un entramado industrial y comercial que será el núcleo originario del desarrollo económico de Asturias.